Sostenibilidad, desarrollo sostenible, sustentable.. y las variaciones que quieras. A veces las palabras pierden su peso por el desgaste de tanto usarse, pero bendito sea ese desgaste y aunque sea una tendencia, esperemos que no pasajera, porque aunque de forma superficial, el hecho de que “ahí fuera” se hable del tema ya es algo.
Un proverbio que se atribuye a los indígenas Norteamericanos ya señalaba “No hemos heredado la tierra de nuestros padres sino la que tomamos prestada de nuestros hijos”.
La tierra es prestada y es que si profundizamos más, en sí no le pertenece a nadie, es nuestra casa común, como seres vivos también somos naturaleza, somos Tierra, somos parte.
Y como habitantes de una casa, lo natural también es cuidar, agradecer y enorgullecernos de lo que tenemos. Acciones que se transforman en un ciclo funcional y que puedan perdurar en el tiempo. Por lo tanto, hacer referencia a un mundo sostenible es referirnos a un desarrollo humano perdurable que sea ambientalmente sano, socialmente justo, económicamente viable y éticamente vital, para TODOS los que lo habitamos.

¿Cómo llegar a la sostenibilidad?
Uno de los grandes dilemas de nuestra época es cómo se pueden hacer compatibles la satisfacción de las necesidades y aspiraciones humanas, actuales y futuras, con el mantenimiento de los equilibrios de los sistemas biofísicos y de los sistemas sociales.
El tamaño de la población y de la economía mundial tiene que ajustarse a la capacidad del ecosistema global. Somos conexión, somos un ecosistema. Llamamos ecosistema al sistema físico y biológico formado por una comunidad de seres vivos que habita en un medio físico delimitado.
Por lo tanto, el crecimiento también se enfrenta a límites ecológicos. Por ejemplo, la sostenibilidad económica se consigue con una economía productiva que utilice los recursos naturales renovables a una tasa equivalente a su propia tasa de renovación; que use los recursos no renovables a un ritmo equivalente a la tasa de sustitución por otros recursos de carácter renovable y, finalmente, que la contaminación y los residuos del sistema de producción-consumo no superen la capacidad de asimilación de la biosfera.
Sostenibilidad ambiental
Es la compatibilidad entre la actividad humana y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, procurando evitar la degradación del medio ambiente. Respecto a las empresas incluye un análisis de los impactos derivados de la actividad empresarial en términos de consumo de recursos y de generación de residuos y emisiones.
Sostenibilidad social
Se basa en el mantenimiento de la cohesión social y de la habilidad para trabajar en la persecución de objetivos comunes. En una empresa, supondría tener en cuenta las consecuencias sociales de la actividad de la misma a todos los niveles: los trabajadores (condiciones de trabajo, nivel salarial, etc.), los proveedores, los clientes, las comunidades locales y la sociedad en general.
Sostenibilidad económica
Se da cuando la actividad que se mueve hacia la sostenibilidad ambiental y social es financieramente posible y rentable.
Entonces nos preguntamos..
¿La sostenibilidad de unos se consigue a costa de la insostenibilidad de otros? Porque justamente es como hemos estado viviendo. Utilizando recursos de forma indiscriminada, irrespetando límites, descuidando nuestro entorno, desconociendo el valor de las cosas, … Darnos cuenta de que nuestras acciones generan consecuencias directas a nuestro entorno y por ende a nosotros mismos es una tarea diaria de interiorización.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una herramienta que nos permite como personas, empresas, instituciones, como sociedad, marcar una guía sobre cómo actuar ante problemáticas reales, como ser parte de la solución desde las acciones más simples hasta las más complejas.
Qué son los objetivos de desarrollo sostenible
También conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad.
Los 17 ODS están integrados: reconocen que la acción en un área afectará los resultados en otras áreas y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental.
La creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad son necesarios para alcanzar los ODS en todos los contextos.

Fuentes:
- Antonio Agustin y Belen Derqui. (2014). Qué narices es esto de la Sostenibilidad.
- Jiménez Herrero, L. M. (2000). Desarrollo Sostenible:“engranando” la economía mundial con la ecología global. Revista de la Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, (17).