El marketing verde y la preservación de nuestro planeta

La economía y el medio ambiente desde tiempos incalculables, han sido socios aliados, con beneficios conjuntos e individuales. Visto en términos básicos, el medio ambiente nos da los recursos para comerciar y la economía los recursos para gestionar este comercio.

Ahora bien, el cambio como una constante en el tiempo nos evoluciona y revoluciona en todos los sentidos. Desde hace algunos años este cambio con enfoque negativo y en específico hacia nuestros recursos naturales, ha hecho que la alianza entre nuestra economía actual y el estado de nuestro medio ambiente, se deteriore; ahora hay un antagonista culpado en la historia pero un solo culpable real de las acciones.

green marketing

El marketing tradicional y su implicación

La mercadotecnia o marketing, como una de las disciplinas más utilizadas en las empresas al día de hoy, está siendo uno de los tantos factores por los cuales el medio ambiente se está viendo afectado.

El marketing es la disciplina y la función organizacional que se asocia directamente con la adaptación de la empresa al entorno. Un sistema utilizado para estudiar el mercado, conocer las necesidades de los posibles consumidores con el objetivo de satisfacerlos mediante un producto o servicio, con un beneficio empresarial de por medio.

Es por lo anterior, que esta disciplina como medio estratégico de comunicación y apoyo directo en las ventas, tiene un poder significativo sobre el funcionamiento de cualquier empresa. El desarrollo de todo un proceso productivo, de distribución y venta hasta que llega a las manos del consumidor final, tiene un gran impacto tanto en la empresa, como en los trabajadores y el medio ambiente.

¿Qué es el Marketing verde?

Existen actualmente, muchas definiciones y más teniendo en cuenta que ya se viene hablando y aplicando aproximadamente desde los 90’s y antes del marketing ecológico o ambiental. El también llamado green marketing, consiste en el desarrollo, comercialización y distribución de productos pensados para minimizar los efectos negativos en el medio ambiente.

Sabiendo esto, ¿Cuál es realmente el reto al que se enfrentan las empresas y sus estrategias internas de cara a la responsabilidad social y ambiental?. Identificar, anticipar y satisfacer las demandas de la sociedad y de sus clientes de una forma rentable para la empresa y sostenible para el entorno.

El consumidor como protagonista

Anteriormente las empresas eran el centro de todo, el enfoque estaba totalmente en la marca y los productos/servicios que ofrecían. Actualmente no es así. El marketing también ha evolucionado y ahora está claro que el cliente es quien manda y todo nuevo proceso gira casi que completamente en torno a las necesidades de estos.

La evidencia empírica indica que la sociedad no está dispuesta a reducir su nivel de consumo, pero si existe una tendencia positiva por la «preocupación» de lo que se adquiere. Por lo que el reto del green marketing o marketing ecológico es transformar los hábitos de consumo de las personas, visibilizando la problemática, la realidad y las posibles soluciones.

Consumimos recursos como si tuviéramos a nuestra disposición 1,7 planetas Tierra.

Fuente: WWF

No se trata de confrontar los objetivos económicos del marketing con los objetivos ecológicos, sino de buscar la consecución de ambos a la vez. Porque algo que si hemos comprobado, es que ser sostenible si es rentable y no solo económicamente hablando, es rentable para la sociedad, para la empresa y para el planeta.

Mitos

Una de las grandes tareas importantes por aclarar, son los numerosos mitos que existen sobre cualquier tipo de producto o servicio sostenible y que afectan directamente el consumo o el cambio interno en las empresas, aquí dejamos algunos ejemplos:

  • Los productos ecológicos son los más caros
  • Ser sostenible es solo para ricos
  • No existen empresas responsables
  • El supermercado al que voy vende sin bolsa plástica, entonces ya es ecológico
  • Cuesta mucho dinero y tiempo monitorizar la sostenibilidad de un proceso
  • La sostenibilidad solo ayuda a la reputación, no al crecimiento
  • Cambiar uno de los empaques de mi producto para ser parte de la tendencia de lo ecológico

La rapidez con la que hoy en día cambian las tendencias, los avances de la tecnología y el querer maximizar beneficios, como lo hablábamos en nuestro anterior artículo, han generado que el medio ambiente no sea una de las primeras prioridades.

Los retos del green marketing y las empresas

Es necesario que las compañías adopten un cambio en la manera de diseñar sus estrategias de producción, cambiando el nivel de sus prioridades.

Lo positivo es que las empresas no están para ser competitivas sino que estamos para apoyarse, porque al final todas tienen un mismo objetivo.

Es esencial que las empresas empiecen a ver la aplicación de estrategias más sostenibles a sus procesos ya que esto genera competitividad y acceso a nuevas economías de colaboración. No es el hecho de una empresa seguir una tendencia porque es lo que demanda el mercado, aquí lo importante es notar el impacto que social y ambiental que genera la propia actividad de la empresa y como se puede reducir los impactos negativos, al realizar este cambio, el mercado mismo se da cuenta de las buenas practicas y responderá a este nuevo enfoque.

La empresa debe ver la evolución del medio ambiente como un cambio estratégico de comportamiento y no como una simple “moda”.

Fuente: Marinao E, Valencia Victor (2012). Marketing ecológico, más que una moda, una herramienta competitiva.

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Las nuevas economías de impacto POSITIVO

«La tierra tiene lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no la codicia de unos cuantos»

MAHATMA GANDHI

La Sociedad como la concebimos hoy en día, ha pasado por grandes cambios a lo largo del tiempo; cambios, sociales, políticos, económicos, tecnológicos, etc. Cambios moldeados y muchas veces patrocinados por intereses propios, de los que tienen el poder para realizar acciones en función de su propio beneficio.

Aunque no estemos aquí para hacer señalamientos, si estamos aquí, para expresar el por qué no deberíamos continuar «evolucionando» y «creciendo» de la forma que hasta hoy lo hemos hecho y el por qué sí tendríamos que seguir cambiando actividades, enfoques o decisiones, pero midiendo el éxito a través de distintos indicadores, aplicando los conceptos de nuevas economías que permiten diversificar los beneficios, en función del bienestar común. Veamos de que se trata esto que planteamos y que afortunadamente no somos los únicas personas que lo pensamos.

nuevas economías

El mismo modelo económico, insostenible

No hace falta entrar en detalle de las diferentes situaciones que al día de hoy afectan a nivel mundial; desde la pobreza, insuficiencias en temas de salud, el cambio climático y sus repercusiones, los migrantes, la corrupción, las guerras, etc. Y es que hay que tener ciertos puntos claros para entender que seguir pensando o actuando de la misma forma como lo hemos hecho, no va a solucionar ningún problema.

  • En este planeta todo tiene una conexión, nosotros mismos y nuestras acciones, hacemos parte de un ecosistema, lo que yo hago a otros y a mi entorno tiene un impacto sobre mí mismo.
  • Vivimos en un planeta finito. Por lo tanto, el crecimiento ilimitado y exponencial es imposible y antinatural. No existe ningún proceso en la naturaleza que siga ese patrón.

Tener el dinero como centro u objetivo de éxito, nos ha hecho llegar a extremos que nunca fueron previstos. ¿Una buena economía sinónimo de mucho dinero? «Parece que el dinero ha pasado de ser un medio para el intercambio, al elemento central alrededor del cual se construyen y organizan las relaciones humanas».

Y es justamente esta persecución de la maximización de beneficios la que nos ha llevado a buscar la minimización de costes sin importar el impacto social y/o ambiental de nuestras actividades empresariales.

“La sostenibilidad consiste en diseñar las comunidades humanas de manera que su estilo de economía, sus estructuras físicas y su tecnología no interfieran con la capacidad inherente de la naturaleza de generar y sostener la vida en el planeta”.

Fritjof Capra

Todos tendríamos que saber distinguir entre crecimiento y bienestar. Porque la prosperidad no es una mera cuestión de producción o ingresos. Tener solo un enfoque “monetario” puede afectar otros actores de la sociedad, teniendo en cuenta que nosotros como ecosistema, hacemos parte de un ciclo.

Generar ideas para mejorar la vida de las personas, la sociedad o la salud del planeta.

Las nuevas economías

Como lo decíamos antes, afortunadamente no somos los únicxs que hablamos del tema, desde hace ya muchos años, se viene hablando de las nuevas economías, que son en resumen, otras formas de ver y hacer las cosas. Las pensamos como nuevas y mejores oportunidades de las cuales pueden surgir estrategias que logren generar un impacto positivo en el planeta, en la sociedad, en nuestro entorno, en nosotros mismos.

Aquí explicamos de forma muy breve definiciones de algunas de estas economías:

  • Economía circular: es un modelo que prima el aprovechamiento de recursos y la reducción de las materias primas
  • Economía verde: es aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente.
  • Economía naranja: todas aquellas actividades que transformen el conocimiento en un bien o un servicio que trate de fomentar, además del beneficio económico, el desarrollo de la cultura y la creatividad.
  • Economía social y solidaria: se refiere principalmente a las relaciones de producción y distribución que están organizadas por el principio de solidaridad y no persiguen el lucro​​.
  • Economía del bien común: que defiende un sistema económico alternativo fundado en la dignidad humana, la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad ecológica, etc.
  • Economía colaborativa: un modelo en el que los servicios son considerados bienes de intercambio.

Nuevos Indicadores

Teniendo en cuenta lo que ya se ha dicho y siguiendo la premisa de que no llegaremos a ningún buen destino si seguimos como vamos, entonces es aquí cuando lo decimos:

Tenemos que pasar de un modelo que cuyo objetivo es la maximización de beneficios y que funciona con indicadores que no nos dicen nada sobre la calidad de vida de las personas o la salud del planeta a otro en el que el objetivo es servir al bien común.

Necesitamos un patrón de crecimiento que vaya más allá del PIB, ya que se está demostrando que es un criterio que puede resultar engañoso. No podemos concluir la buena salud de una persona por su apariencia, no compramos un automóvil porque su color y sus ruedas estén en perfecta condición, no podemos juzgar una economía o un país por como fue la producción en bienes y servicios que se hizo durante cierto periodo.

pobreza
Foto de Uğur Gallenkuş

Las nuevas economías permiten enfoques más equilibrados, mediciones más amplias de las que podríamos sacar, por decirlo de alguna forma, conclusiones integrales. Necesitamos conocer si la producción de x bien o servicio, generó empleos dignos, si los recursos utilizados fueron responsables con el planeta y si el productor pensó en el impacto que generado durante su uso y como va finalizar la utilidad de este bien o servicio.

Lo anterior sería un planteamiento ideal, pero sabemos que la realidad dificulta también las buenas prácticas de una empresa. Por eso repetimos: En este planeta todo tiene una conexión, nosotros mismos y nuestras acciones, hacemos parte de un ecosistema, lo que yo hago a otros y a mi entorno tiene un impacto sobre mí mismo.

Las empresas y su propósito

La tarea que tienen las empresas en la actualidad es responder al contexto actual, con responsabilidad y compromisos firmes. Ya sea con un progresivo cambio o pensando como lograr lo mismo impactando más de forma positiva.

Porque una manera sostenible de hacer las cosas ya no es una cuestión de ideologías, sino de sentido común. Produzcamos el bien, para hacernos bien.

“En todos los sectores productivos encontramos ejemplos de empresas con propósito que siguen las pautas de las nuevas economías y son exitosas en los mercados”

Si un productor fabrica un producto que utiliza menos materiales y recursos naturales como, agua, energía, etc. Al mismo tiempo genera menos residuos para su propia gestión y como consecuencia, los costes de fabricación se reducen.

Sabemos que ya existen muchas empresas que ya piensan de otra forma, que ya piensan no solo en su beneficio monetario sino en el impacto que generan y que siguen siendo exitosas en su sector.

En Reverdecer trabajamos con y para personas que creen que pueden convertir el adjetivo sostenible en la mayor oportunidad empresarial para nuestra generación y las siguientes.

¡Hola! Somos Reverdecer

Aunque parezca que acabamos de llegar, Reverdecer es un movimiento que viene «germinando» desde hace algunos años. Empezó siendo un pequeño proyecto para la gestión de residuos y poco a poco fue creciendo la idea y desarrollándose una iniciativa más grande, al ver el potencial que existía en las empresas con las cuales estábamos en contacto.

empresa de impacto positivo

Al hablar de potencial, nos referimos a la capacidad de impacto que tienen las empresas que se preocupan por ser conscientes de las repercusiones que generan, ya sea su actividad propiamente o los recursos utilizados para dicha actividad.

¿Por qué Reverdecer?

Porque queremos ser más que una empresa corriente, queremos ser más que cualquier agencia, queremos solucionar más que un simple problema. Reverdecer es el medio por el cual construiremos un futuro que nos beneficie a todos. Queremos dar nueva vida a las decisiones de consumo, queremos contar las historias de las personas detrás de cada empresa responsable, queremos informar de forma positiva, queremos dar nuevas oportunidades a todos los que conforman la cadena de consumo, oportunidades que llevan a cabo acciones en favor del entorno, nuestro entorno.

Somos una agencia de cambio

Vivimos en tiempos que cambian constantemente, cada día es nuevo y trae consigo otras oportunidades, ideas frescas, actualizaciones de todo lo que utilizamos, nuevas formas de hacer las cosas o de acceder a estas, en fin nunca paramos.

Pero cada día necesita su descanso, cada persona un respiro, cada ordenador una recarga, cada planta agua.. cada acción una reflexión. No queremos que este mundo este lleno de personas que solo sigue la corriente sin tener la oportunidad de reflexionar. Reverdecer es esa reflexión a las decisiones de consumo diarias, es esa pausa de preguntarnos si realmente somos conscientes de lo que seguimos, apoyamos, compramos o rechazamos.

Somos una agencia de cambio porque detenemos la prisa del consumo y somos honestos en lo que comunicamos y a quienes damos visibilidad. Una agencia de cambio de lo que damos por hecho y de lo que no alcanzamos a ver.

Bienvenida, bienvenido tu que te preocupas por tomarte tu tiempo para descansar, reflexionar y actuar.