La responsabilidad en los medios digitales

Pareciera que la digitalización, la tecnología y toda nueva herramienta que se desarrolla, en lugar de permitir unirnos, nos estuviera separando, y ya no solo directamente en las relaciones interpersonales sino en cómo consentimos la influencia de toda la información que tenemos a disposición. Infoxicación, clicks, reproducciones, inmediatez, viralidad, situaciones que definitivamente están determinando ciertos comportamientos con nuestro entorno.

De acuerdo al estudio ‘Digital 2021’ elaborado por We Are Social y Hootsuite, el número de usuarios de las redes sociales ahora equivale a más del 58% de la población total del mundo. Dentro de las principales razones para utilizar estas redes están encontrar contenido y leer noticias.

Ahora bien, si dentro de las redes sociales continuamente se “valida” una publicación solo por su nivel de difusión, ¿qué información/contenido estamos realmente encontrando?. Los medios de comunicación saben que al día de hoy lo inmediato supera lo importante y es un hecho que claramente genera angustia. 

Consumo digital responsable

La clave está en que en un “mundo donde la vida física y la virtual confluyen cada vez más a través de una pantalla, es evidente la necesidad de contar con una ciudadanía digital consciente y responsable”. 

Ser responsable en medios digitales implica tener una especial atención no solo en el impacto de las compras que se realizan online, sino también en las acciones dentro de las plataformas sociales, ser conscientes de qué forma interactuamos con esa comunidad digital que no vemos pero que definitivamente está ahí (4,950 millones de usuarios). 

Las redes sociales son espacios de libre expresión, existen usuarios/as que pueden llegar a ser un “libro abierto” con su vida personal y quienes simplemente las utilizan como medio de entretención o para estar en contacto con familiares y amigos. Sin embargo al ser un espacio “libre”, permite que estas mismas personas usuarias sean al mismo tiempo productoras y consumidoras de contenidos y esto ha facilitado la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado.

FAKE NEWS: Este término es utilizado para conceptualizar la divulgación de noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación.

Advertir acerca de la existencia de información engañosa es un trabajo que vienen desarrollando diferentes entidades, las mismas plataformas sociales intentan controlarlo, Twitter por ejemplo, elimina algunos contenidos producidos por Infowars, un sitio especializado en teorías conspirativas, discursos de odio y acoso a sus supuestos enemigos. 

Todo esto sucede en un contexto de posverdad, que hace referencia a las circunstancias en que los hechos objetivos son menos importantes a la hora de dar una opinión pública que las reclamaciones hechas a través de la emoción o a las creencias personales.

En la vida física y cotidiana, cada acción conlleva una consecuencia y eso lo hemos ido aprendiendo en nuestro desarrollo personal a través de la guía, el ejemplo, educación, etc. En el caso de las herramientas digitales, estas nos sitúan en un punto de vulnerabilidad indiscriminada. Da igual si eres una persona nativa digital o no, la tecnología avanza a pasos agigantados y todo avance es de por sí nuevo para toda una población que confluye entre la virtualidad y la vida fisica.

Responsabilidad sin nadar contra corriente

Tampoco se trata de llegar al otro extremo de estar en contra de todo lo que abarca la tecnología.

Si bien el mundo digital nos presenta enormes desafíos, desvincularse de la transformación, temer a la tecnología y dejarse atrapar por la “satanización” de actividades online, es un camino equivocado y mucho más difícil que apostar por la educación, la información, la capacitación y la formación de una cultura cívica digital.

La empresa y su responsabilidad digital

Como empresa, siempre existe el desafío de ganarse la confianza de sus consumidores, en la era de las fake news y la “infoxicacion”, esto se convierte en un reto constante en donde es vital re-construir esa confianza con transparencia.

El Trust Barometer Spain 2021 de Edelman un informe que muestra la confianza hacia las empresas, indica que, como sociedad buscamos certezas para decidir cómo actuar ante los retos que se presentan, pero nos encontramos con líderes sin respuestas, mensajes confusos y noticias manipuladas

Según los resultados del informe, en España el Índice de confianza es de 45 puntos, siendo el cuarto país más desconfiado de los 27 encuestados tan solo por encima de Reino Unido, Japón y Rusia.

Además dice que a pesar de la baja credibilidad de los CEOs (42%), el 61% de los españoles piensa que los líderes empresariales deberían dar un paso al frente cuando el Gobierno no resuelve los problemas sociales y tomar la iniciativa en el cambio (52%).

La transformación digital no sólo está cambiando la forma en que las empresas conectan con su público objetivo, también está cambiando la exigencia que demandan los consumidores prefiriendo plataformas y espacios que generen una contribución positiva en la sociedad.

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Consumidores y su responsabilidad digital

Ser conscientes que tenemos una responsabilidad por la información compartida sin previa revisión, por los comentarios negativos o aquellos que lleven un lenguaje incendiario. De igual forma darnos cuenta que no solo votamos con nuestras compras también con nuestros clicks, reproducciones, lo que compartimos, porque estamos siendo participes de la difusión de contenido que puede generar daño, confusión, malas interpretaciones.

Tener una buena higiene de la información, supone:

  1. Hacer un seguimiento de las noticias 
  2. Evitar las cadenas informativas 
  3. Verificar la información 
  4. No ampliar la información no verificada.

Sólo 2 de cada 5 españoles tienen una buena higiene informativa. De hecho, el 55% de los encuestados asegura compartir noticias, pero sólo el 41% de ellos comprueba antes su veracidad. 

Continuar exigiendo al gobierno, a las empresas y a todas las entidades que ofrezcan plataformas digitales, que se responsabilicen por lo que sucede en cada esfera digital y siempre denunciar el contenido que consideremos negativo e inapropiado.

Ser ciudadanos digitales siendo capaces de fortalecer conceptos cómo el ejercicio responsable de la libertad, convivencia pacífica y resolución de conflictos y sentido de justicia, llevados al entorno digital.

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Fuentes:

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Ganancias éticas | ¿El dinero es un fin o un medio?

Hemos olvidado completamente o mejor dicho, hemos confundido realmente cuál es el medio y cuál es el fin para sostener nuestra sociedad de una forma digna. Porque el fin justifica los medios, no?, al final de cuentas si a mi clientela le gusta los precios, tengo un buen beneficio y le pago a mi personal de trabajo, pues genial todo de maravilla…🤔

Si la razón de ser de la actividad económica es garantizar las condiciones básicas de la vida humana por qué, si hay tantas empresas tan exitosas, cada vez más emprendimientos, ideas geniales y demás, por qué sigue existiendo tanta pobreza, personas sin acceso a alimentos, analfabetas, enfermedades de todo tipo y la lista continúa. ¿Por qué? (por favor que la respuesta no sea pensar que el gobierno tiene la culpa de todo)

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Más por qué’s. ¿Por qué se exige un máximo de ganancias económicas, cuando esto supone cargar con un máximo de costes sociales y ecológicos?. Sí, los supone. La velocidad en la que vivimos nos está costando muchísimo

Realmente no sé si las empresas en algún momento se detienen a ver el impacto que está generando su actividad, porque desafortunadamente situaciones como el estrés, la hipervelocidad, la automatización, la reactividad, le están dejando todas las consecuencias negativas a la sociedad.

Una empresa responsable es capaz de conciliar estrategias económicas y convicciones éticas a través de los valores de sus propios trabajadores. La cultura organizacional no es un término de adorno, es una visión común y coherente de valores entendidos por todos que permite la sostenibilidad organizacional y como consecuencia una comodidad que se siente dentro de la empresa y se ve desde afuera como una identidad que conecta con la clientela.

“El objetivo no es ganar dinero sino generar riqueza, ofreciendo productos y servicios realmente útiles y necesarios, haciendo que la ética se convierta en sinónimo de rentabilidad”.

ética y rentabilidad = eficiencia y sostenibilidad

Desde mediados del siglo XX ya algunos autores hablaban sobre el deterioro de la moral económica, al identificar el aumento en la violación de leyes, las trampas contables, los engaños a consumidores, la contaminación del medio ambiente, el uso de mano de obra infantil o el arriesgar la salud de los empleados.

No se sabe en qué momento se deshumanizan las decisiones dentro de una empresa pero lo que sí está claro es que el mayor obstáculo para promover la gestión ética en la empresa es el obsesivo afán de lucro.

El ser humano nunca puede convertirse en simple medio, debe ser siempre fin último, objetivo y criterio.

Immanuel Kant 

“Dinero, capital, trabajo, ciencia, técnica e industria son medios, que han de ser valorados y utilizados en la medida en que sirvan al hombre, como individuo y especie, para su desarrollo en un entorno digno”. El hombre es el fin, las personas somos el fin, nuestra vida digna es el fin. Las personas no somos un medio para generar rentabilidad, ganancias, enriquecer, nada eso. Somos nosotras, las personas quienes utilizamos medios para sostener nuestra vida y la de nuestro entorno, cuidar ese entorno y protegerlo para las futuras generaciones.

Por su parte, las ganancias son un medio necesario y son totalmente legítimas cuando no afecten a terceros, pero no debería ser el objetivo final de toda dirección de empresa. Bien dice el dicho popular que «todo exceso es malo» y en los números no es la excepción. Es imposible pensar en una maximización irresponsable de beneficios y pretender que a nada ni a nadie le genera una consecuencia.

Si eres empresa, ¿Qué hacer?

  • Parar y cuestionarse. Hacerse preguntas que relacionen todos los aspectos de los cuales se obtienen recursos para el funcionamiento. Relación con el personal, con el grupo de proveedores, el uso de recursos, que pasa en la post venta, la relación con la clientela, como están utilizando mis productos/servicios, que hacen después..
  • Lo decíamos antes, la ética se convertirá en rentabilidad generando eficiencia y sostenibilidad para la empresa. Todas las personas y recursos involucrados, ganan.

Si eres una persona consumidora, ¿Qué hacer?

  • Parar y cuestionarse. Aplica para todo en la vida pero hablando de nuestra propia capacidad cómo personas consumidoras, el hecho de hacernos preguntas lo cambia todo. Por que es tan barato, quisiera saber donde esta hecho esto, realmente necesito esto, por qué es tan caro, que me aporta, me gusta la empresa..
  • Basta ya de ir en piloto automático por la vida, cayendo en cada temporada de rebajas en el mismo círculo o quejándonos porque ahora todo es más caro o quitando valor al trabajo de otras personas.. en fin, vamos a ser más conscientes, a exigir más responsabilidad a las empresas y a no alcahuetear las malas acciones.

Concluyo con este pedazo de párrafo que más abajo cito el artículo.

La justificación de la ética de los negocios no radica en su utilidad para ganar dinero; se puede ganar dinero faltando a la ética y se puede perder dinero siendo ético. Lo que verdaderamente justifica a la ética es su contribución al orden social. La ética es un saber práctico que dota de coherencia a la conducta humana, ajustándola a valores aceptados por la mayoría. Amén.

Fuentes y gran inspiración:

De los valores personales a la esencia de una empresa | Terreta neta

Se podría definir como tendencia, moda, más conciencia, difícil encasillarlo en una categoría específica, lo que sí es notable es que el impacto social y ambiental que ha desenvuelto la crisis climática ya no es tan ajeno ahí fuera. Más personas se preocupan por su consumo, más empresas se dan cuenta y se adaptan, más información es compartida y el mundo empieza a despertar del piloto automático de consumismo en el que venía coexistiendo.

Hoy traemos el ejemplo de una pequeña empresa con un propósito gigante. Terreta Neta nace de la decisión de Marla y Antonio al replantearse su vida personal y profesional. Hoy lideran un espacio en donde no solo venden productos de empresas responsables, sino también lo definen ellos mismos como, un lugar en donde se pueden encontrar conocimientos y herramientas para comenzar a habitar el mundo de una forma más sostenible.

Ser responsables desde las decisiones de consumo

España es el segundo país, solo por detrás de Turquía, que más plásticos vierte al Mediterráneo.

España consume casi 5 millones de toneladas de plástico al año, de las que solo se recicla el 28%.

Aunque las cifras no sean muy confortadoras, el auge de las personas que cada vez se preocupan más por la inconsciente explotación de los recursos naturales, sí. Genera optimismo el ver que la obtención de alimentos de buena calidad, que los procesos responsables, el cuidado de las acciones dentro de una empresa, el impacto positivo y muchos otros hechos, cada vez más sean motivos de preferencia en las decisiones.

Existen dos partes importantes que participan en la definición del movimiento en el mercado, las empresas y los consumidores. Por un lado, los consumidores están comenzando a sentir la necesidad de actuar de forma responsable con el planeta en todo aquello que hacen, individual o colectivamente, integrando en sus hábitos, acciones que contribuyan a lograr un futuro sostenible.

Por el otro lado, tenemos las empresas, tanto las grandes que de a poco están inclinando sus acciones hacia «lo ecológico» y las medianas o pequeñas empresas que tienden a tener un sentido mas real con el propósito detrás de lo que son y quieren ser.

Una de las razones por la cual un consumidor es atraído a cualquier marca, empresa o productos, es por la identificación que siente con esta. Las empresas ciertamente nacen con la «típica» misión y visión, pero más allá de las palabras, las acciones que realizan, transmiten. Es así como hoy en día, existe cada vez un mayor número de consumidores que observa los valores y compromisos de las empresas a las que suelen acudir para sus compras.

De los valores personales a la esencia de una empresa

Marla y Antonio asumen el gran reto de Terreta Neta en el año 2019. Pero mucho antes de emprender con este proyecto y una gran razón para querer hacerlo, fue el hecho de haber sido primero clientes y aún mas importante, la transformación que desde hace algunos años ya venía cambiando su forma de consumir y a su vez de generar residuos. Ha sido un proceso completamente personal, en el que fueron pasando por las acciones más mínimas hasta las que significaron un reto al cambiar hábitos muy marcados en su estilo de vida.

Juntos decidieron darle un giro su vida laboral y conectarlo con este proyecto que se les presentó. No fue tan difícil tomar la decisión ya que estaba muy alineado con sus principios, nos cuenta Antonio. Algo que tuvieron claro desde el comienzo es, que Terreta Neta no iba a ser tan solo una tienda sin residuo, sino sobre todo un espacio donde aprender a transitar a hacia otro tipo de forma de vivir y de consumir mucho más consciente.

Este espacio se ha convertido poco a poco en lo que debería ser un ejemplo para muchas empresas, la atención en procesos honestos y pensados para generar no solo un beneficio propio sino colectivo. Su proceso de selección de proveedores depende de cómo se fabrican los productos de estos, buscan primero lo local y muchas veces dan preferencia a los cercano en lugar que al margen económico. Lo que pretenden es promover tanto la producción como el consumo crítico y consciente

Utilizan su espacio también para impartir talleres, educar y motivar a sus clientes, de igual forma utilizan sus redes sociales para generar contenido que va por la misma línea de la transformación al consumo sostenible.

El impacto de Terreta Neta a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Tratamos de aterrizar la sostenibilidad a la realidad que construyen acciones conscientes. A través de su trabajo, Marla y Antonio están generando un impacto gigante y siendo parte de la redirección hacia un mundo más responsable y con un pensamiento de beneficio común. Aquí explicamos su implicación:

Su política de trabajo permite llevar a cabo una uso eficiente de los recursos naturales tanto en sus actividades como en el impulso de la producción de sus artículos. También generan buenas condiciones de trabajo entre sí y con sus proveedores.

Impulsan la economía y la cultura local por medio del apoyo a otras empresas y a productores locales. Al igual que facilitan herramientas que apoyan la innovación y el emprendimiento, siempre con un impacto positivo.

Respetan e integran su ciudad, Valencia, utilizando mano de obra y proveedores locales. Están en constante búsqueda de cómo mejorar su uso de recursos en su local, teniendo en cuenta la eficiencia energética, limitando el uso de papel y agua y reciclando materiales.

Utilizan las actividades de su empresa para impactar positivamente en su ciudad, compartiendo conocimiento a través de talleres, contenido digital, apoyando eventos y workshops en materia de ciudades sostenibles y resilientes.

Investigan y trabajan con productos y servicios que también hacen un uso eficiente de la energía y los recursos naturales en todas las etapas y a través de la cadena de valor. Intentan utilizar materiales biodegradables, reciclables o reutilizables en sus actividades.

Están en un continuo aprendizaje y y lo transmiten no solo en su área sino también con proveedores y en la cadena de valor. Promocionan empresas que son responsables en su producción y en la educación al consumidor.

Optimizan los envases utilizando materiales biodegradables y disminuyendo los
desechos y la contaminación que generan.

Integran la cultura de lucha contra el cambio climático en la cadena de suministro, siempre que pueden, exigiendo a proveedores certificaciones y políticas ambientales.

Como ya se ha mencionado, son una empresa eco-eficiente al utilizar los recursos de manera eficiente, materiales reciclados y reutilizados y reduciendo los residuos. Impulsan campañas para concienciar la población.

La lista puede continuar y si se profundiza en sus acciones, con seguridad impactan mucho más incluso de lo que ellos mismos imaginan. Aunque no es una tarea fácil mantener estos valores y acciones conscientes ya que somos parte de un mundo naturalmente consumista, pues el valor de este tipo de empresas se multiplica y merece todo el reconocimiento y apoyo.

¡Bravo Terreta Neta!